¿Cómo leer las etiquetas de los alimentos?

Si queremos empezar a cuidar nuestra alimentación, tenemos que aprender a leer e interpretar las etiquetas de los alimentos que consumimos, puesto que la industria está super preparada para poner reclamos en los envases, que en muchas ocasiones sólo son verdades a medias.

Tabla de composición nutricional

La gran mayoría de las personas, sólo miran la tabla de composición nutricional, en la que nos dice qué cantidad de calorías, grasas, proteínas, hidratos de carbono, etc. tiene dicho producto o alimento. Esto está bien, si sigues una dieta específica, con unos requerimientos muy específicos, como puede ser un deportista que necesita saber muy bien cuál es la distribución de su dieta.

El resto de los mortales, en lo primero que deberíamos fijarnos es en los ingredientes. Debemos ser muy conscientes de lo que estamos comiendo, de qué está hecho el producto que vamos a tomar.

Demos tener consciencia de lo que comemos. Independientemente de que luego decidamos comprar un alimento que no saludable.

¿QUÉ DEBO MIRAR EN LOS INGREDIENTES?

Voy a hacer referencia a esta etiqueta de unas famosas galletas que todos conocemos y todos hemos comido alguna vez:

1 – Cantidad de ingredientes

La cantidad de ingredientes que tenga un producto del super es muy importante, porque ya nos puede dar una idea, de qué procesamiento ha sufrido ese alimento. Por norma general, cuantos más ingredientes tiene, más procesado está. Más conservantes, más colorantes, más azúcares ocultos, y más probabilidad de que haya ingredientes que no conocemos y que no sepamos lo que nos estamos comiendo. 

2. Conocimiento de los ingredientes

Generalmente, cuando nos ponen un plato de comida delante, tenemos la necesidad de saber qué estamos comiendo, de qué está hecho ese plato aunque sea a grandes rasgos. Es una medida de supervivencia. Necesitamos estar seguros de que lo que comemos no nos va a hacer daño, necesitamos saber que los ingredientes que componen dicho plato están incluidos en nuestra cultura o forma de vida, etc.

¿Por qué no hacemos lo mismo con los productos del super? En muchas ocasiones, metemos productos a la cesta, que no sabemos ni qué llevan. Desde el punto de vista nutricional, es muy importante que conozcamos los ingredientes que lleva un producto, y a partir de ahí decidir con conocimiento de causa si queremos o no comprar ese alimento.

Obviamente, que conozcamos los ingredientes de una etiqueta no quiere decir que ese alimento sea saludable, pero nos ayuda a lo más importante: decidir con conocimiento; independientemente del reclamo que se use en el envase exterior para llamar nuestra atención. Algunos de los reclamos más frecuentes son: sin azúcar añadido, con aceites vegetales, integral, etc.

Además, es muy importante saber, que los ingredientes de un producto siempre van colocados de mayor a menos cantidad; es decir, si un alimento es en casi su totalidad azúcar, el primer ingrediente que aparecerá en la lista será el azúcar. Ésto nos da una idea con un solo vistazo sobre la composición de dicho producto. Como se puede ver en la imagen, el primer ingrediente es el azúcar, así que este es el mayoritario en su composición.

También debemos saber que los alérgenos de ese alimento deben ir resaltados, de tal forma, que si una persona sufre ese tipo de alergia o intolerancia debe ser consiente de una forma sencilla, que ese producto lleva dicho componente. En nuestro etiqueta de ejemplo, vemos que los ingredientes susceptibles de ocasionar alergias están en un tamaño mayor y en negrita: trigo, leche y soja.

Una vez que conocemos los ingredientes, vamos a aprender a discriminar qué productos son saludables y cuáles no:

2.1 Azúcar

Voy a empezar por el azúcar porque es de los ingredientes más escondidos. Muchos productos llevan azúcar y ni siquiera somos conscientes. Además, la industria se ha encargado de llamarle de distintas formas para camuflarlo.

Estas son algunas formas: glucosa, jarabe de maiz, fructosa, panela, dextrosa, jarabe de caña, maltodextrina, concentrados de fruta, siropes, azúcar de cana, azúcar moreno, jarabe, miel, lactosa, etc.

Si encontramos alguno de estos ingredientes, debemos ser conscientes de que dicho producto lleva azúcar. Y una vez que lo sabemos, tenemos el poder de decidir si queremos comprar o no.

Muchas veces, vemos la palabra azúcar en la tabla de composición nutricional, eso no quiere decir que necesariamente ese alimento lleve azúcar añadido en su composición, de hecho, hay muchos alimentos que llevan azúcares naturalmente presentes, como la fruta, las verduras, la pasta, el arroz, etc. Todos estos alimentos también están formados por azúcares, pero no se han añadido después, precisamente para saber si se ha añadido después, debemos mirar los ingredientes y debe aparecer. Los azúcares naturalmente presentes de los alimentos no son insanos, al contrario, son los azúcares que una persona necesita y debemos tomar.

2.2 Aceites vegetales

Para que un alimento sea saludable, debe llevar aceites vírgenes, pues los aceites refinados no son sanos. Estos son algunos ejemplos de aceites refinados que utiliza la industria para añadir a sus productos: grasa de palma, palmiste, manteca de cacao, aceite de girasol, aceite de coco, aceite de colza, etc. Para saber que un ingrediente lleva un buen aceite deberá poner que es virgen o virgen extra. En la etiqueta que hemos puesto de ejemplo vemos que utiliza aceite de palma o palmiste entre otros.

3.3 Cereales o harinas refinadas

Las harinas para ser saludables, deben ser integrales; es decir, debe ser de grano completo, sin refinar. Para saber cómo son las harinas que ha utilizado un producto en su elaboración, debemos acudir a sus ingredientes y ver que detrás de la palabra harina debe aparecer la palabra integral. Hago un inciso en esto, pues es muy frecuente ver en los envases, que un producto es integral cuando realmente no lo es. Se le ha añadido un componente, concretamente el salvado de trigo, que lo oscurece y permite a la industria decir que ese alimento es integral. Muchos de los nombre que vamos a encontrar son la harina de trigo, harina de maiz, harina de arroz, harina de espelta, harina de avena, etc. Da igual el tipo de harina que sea, porque puede ser refinada, fijaos bien en que ponga la palabra integral. 

Para saber si un alimento es o no saludable debemos fijarnos en tres cosas principales: si lleva azucar, qué tipo de aceite utiliza para su elaboración y cómo son sus harinas.

¿POR QUÉ VENDEN ALIMENTOS QUE NO SON SANOS?

Es importante diferenciar la palabra sano, de la palabra seguro. Todos los alimentos que hay en el super son seguros, han pasado unos controles de calidad, que en nuestro país son muy estrictos, para poder llegar a la venta. Esto quiere decir, que si te tomas ese alimento no te va a pasar nada a corto plazo, no vas a sufrir una intoxicación ni cada perjudicial en ese momento.

No obstante, que un producto sea seguro no quiero decir que sea sano, pues a largo plazo, el consumo reiterado de estos productos si que van a traer consecuencias negativas para nuestra salud: obesidad, sobrepeso, hipertensión, colesterol, triglicéridos, diabetes, y otras muchas enfermedades que están directamente relacionadas con la alimentación.

La información es poder. Saber que un alimento no es del todo sano, no significa que no se pueda consumir nunca. Pero sabiendo lo saludable que es, podemos decir si lo compramos o no, y con qué frecuencia deseamos consumirlo. 

Nos vemos en el próximo artículo. Recuerda que no te cuesta nada dejar un comentario o compartir en tus redes sociales.

 

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